De pequeña empresa a centro de la comunidad

Su viaje fue lento y gradual al principio. El padre de Mokgadi tenía colmenas en las granjas de la región, y desde temprana edad, ella vendía la miel que él hacía y embotellaba en la cocina de sus padres. Los clientes eran, en su mayoría, amigos y vecinos. Al poco tiempo, Mokgadi vendía más miel de la que su padre podía proporcionarle, e invirtió en sus propias colmenas.

En esa primera etapa, recibía los pedidos por correo electrónico, llevaba un seguimiento en una hoja de cálculo y los entregaba por servicio de mensajería. La empresa se puso a funcionar sola y fue creciendo poco a poco a través del boca a boca. Al poco tiempo, con la ayuda de un amigo, pudo crear un sitio web y promocionar sus productos en línea. El negocio era bueno, pero limitado. A Native Nosi solo se le podía pagar con dinero en efectivo y transferencias bancarias.

“Habíamos llegado al límite de lo que podíamos vender porque solo nos podían pagar en efectivo. Y cuando eres un negocio que solo funciona con efectivo, no se te considera un negocio de verdad”.

Mokgadi sabía que para que Native Nosi creciera y se reconociera como una parte importante de la economía local, tendría que aceptar nuevas soluciones de pago como las tarjetas de crédito y débito.

“Parece bastante sencillo, añadir una opción de tarjeta de crédito y débito al proceso de pago. Pero los bancos locales exigen comprobantes de ingresos elevados antes de ofrecer ese servicio a una pequeña empresa. Yo no podía llegar al umbral de ingresos necesario si no podía aceptar tarjetas de crédito, así que estaba estancada”. 

Sin embargo, Mokgadi no se quedó estancada durante mucho tiempo. Encontró una solución en Yoco, socio de Visa, una empresa sudafricana de tecnología financiera diseñada específicamente para ayudar a las pequeñas empresas. En pocos días, Mokgadi ya aceptaba tarjetas de crédito y débito en línea, y Native Nosi empezó a prosperar.

Con el negocio en marcha, Mokgadi volvió a pensar en apoyar a otras personas con realidades como la suya. ¿Cómo podría utilizar su experiencia para apoyar las ambiciones profesionales de otras mujeres? Hacía tiempo que imaginaba un espacio físico , un lugar donde los clientes pudieran ver, probar e incluso sentir el producto que ella elaboraba con tanta pasión. Donde la miel estuviera en el centro de una comunidad más amplia. Y un lugar donde se pudiera promover a otras empresarias africanas.

En julio de 2020, en medio de una pandemia mundial y una economía incierta, Mokgadi abrió un emporio de venta al por menor de Native Nosi en Pretoria. “Mi visión no es vender más miel que nadie. Mi visión (lo que siento que le debo al mundo) es ofrecer a otros como yo una plataforma para llegar a los clientes. Eliminar algunos de los obstáculos a los que me enfrenté”. 

Así, en las estanterías junto a la miel sin refinar de Native Nosi, encontrarás productos totalmente naturales para el cuidado de la piel, mantequilla de nuez de marula pura y deliciosa, tés, polvos y chocolates —todos ellos elaborados por empresarias sudafricanas como ella, que están comenzando sus negocios. “No sólo quiero tener un trabajo. Quiero crear puestos de trabajo. Y promover la excelencia de los jóvenes negros en Sudáfrica. Hay que dar a los jóvenes sudafricanos la oportunidad de soñar”, afirma. “Sí, mi producto es la miel. Pero mi propósito la trasciende”.